jueves, 31 de enero de 2013

El debate de las tierras (Versión extensa)


(Esta es la versión extensa de mi columna en El Colombiano del 24 de enero de 2013)

Por Santiago Silva Jaramillo

Durante las últimas semanas se discute en La Habana sobre el problema de la concentración de tierra en nuestro país. Las Farc, con ese descaro que les sale con tanta naturalidad, hablan con los negociadores del gobierno sobre la desigual propiedad de la tierra en Colombia. Ellos deberían saber muy bien, su grupo guerrillero es probablemente uno de los más grandes latifundistas del país por cuenta de su robo de tierras en los Llanos Orientales.

En fin, las mentiras de las Farc se han vuelto tan predecibles que desmentirlas ya no es ni entretenido.  Sin embargo, resulta un despropósito que dejemos que un debate de la importancia como el de la posesión y explotación de la tierra en Colombia sea monopolizado por una banda de narcotraficantes y ladrones.

Según el Ministerio de Agricultura, durante lo más álgido del conflicto armado colombiano reciente fueron robadas unas seis millones de hectáreas por parte de paramilitares y guerrillas. Pero este asunto supera la restitución de tierras (para esto ya existe una legislación y algo de voluntad política para ejecutarla), se debe centrar en la histórica posesión desigual de la tierra en Colombia.

La concentración de la tierra no es mala en si, pero la baja productividad que generalmente implica tiene efectos nefastos para la economía y sociedad de un país. Y en Colombia, según el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, el 41% de los predios privados se encuentran en mano de algo menos de 100 mil dueños. En general, las grandes concentraciones de tierra llevan a tener una gran cantidad de esas propiedades dedicadas a explotaciones improductivas y que generan poco empleo, como la ganadería extensiva.

En efecto, mientras una hectárea de ganado genera en promedio 0,01 empleos directos, el banano de exportación genera 0,6 y las flores casi 15. Pero ¿cómo lograr una posesión más justa y productiva de la tierra?

La expropiación, por ejemplo, no puede ser una opción; el derecho de propiedad es uno de los pilares de las sociedades democráticas y ningún gobierno que se precie de ser democrático debería inclinarse a violarlo.

Sin embargo, esta no es la única herramienta al alcance del Estado. Una opción menos invasiva y más democrática de atacar el problema de la concentración de la tierra son los impuestos. En efecto, el sistema tributario colombiano premia los latifundios y les da una encima si están dedicados a actividades económicas improductivas y que generan poco empleo.

De esta forma, mayores impuestos para los latifundios (esto es, más de 200 Ha.) incentivarían la introducción de desarrollos agrícolas productivos que les permitan a los propietarios responder por las responsabilidades tributarias de sus tierras. Necesitamos un campo de agroindustriales, comprometidos con la generación de empleo.

Si el debate sobre la tierra en Colombia no gira entorno a la construcción de una agroindustria nacional de desarrollos agrícolas productivos, estará siempre contaminado por la demología de las propuestas absurdas, asistencialistas o antidemocráticas. O peor, por la inactividad.

Pero no existe un consenso ni compromiso político para lograr la legislación necesaria para estas reformas. El Congreso carga una crisis histórica de representación: los que están no tienen, ni de lejos, los intereses nacionales en la cabeza.

Ese es nuestro trabajo: elegir líderes políticos comprometidos con un campo más productivo, competitivo, justo y que generador de empleo.

EL DEBATE DE LAS TIERRAS - El Colombiano

EL DEBATE DE LAS TIERRAS - El Colombiano

Durante las últimas semanas se discute en La Habana sobre el problema de la concentración de tierra en nuestro país. Las Farc, con ese descaro que les sale con tanta naturalidad, hablan con los negociadores del Gobierno sobre la desigual propiedad de la tierra en Colombia. Ellos deberían conocerla muy bien, su grupo guerrillero es probablemente uno de los más grandes latifundistas del país por cuenta de su robo de tierras en los Llanos Orientales.

martes, 29 de enero de 2013

Obama 2.0

Obama 2.0

Los segundos periodos de la presidencia estadounidense suelen estar cargados de decisiones conservadoras y resultados mediocres. Los reelectos reciben la presión por parte de sus propios partidos por no comportarse de una manera que les complique las próximas elecciones, en donde comúnmente, el partido en el gobierno pierde terreno. De igual forma, tienen que cargar con lo que hicieron en su primer presidencia; atendiendo problemas viejos y resolviendo tensiones que ellos mismos causaron.

Publicado en Bajo la Manga. Pueden leerlo aquí.

viernes, 25 de enero de 2013

Lecciones del “cese al fuego” (Versión extensa)

(Esta es la versión extensa de mi columna en El Colombiano del 24 de enero de 2013)

Por Santiago Silva Jaramillo

El pasado 20 de enero las Farc dieron por terminado el famoso “cese al fuego” unilateral de un mes; el tiempo pasado y las realidades presentes nos permiten extraer algunas lecciones sobre el estado de la guerrilla, la guerra y las negociaciones en La Habana.

En primer lugar, que las Farc no cumplieron lo que habían prometido. Reportes presentados por el Ministerio de la Defensa y la Defensoría del Pueblo sostienen que la guerrilla violó su propia tregua en más de cincuenta ocasiones.

De igual manera, estos días nos lograron convencer que el presidente Santos y su gobierno harán lo que sea para mantener las negociaciones andando, porque solo en el retorcido universo de la exculpación cabe decir que se cumplió un cese al fuego con 57 acciones armadas; si una regla tiene 57 excepciones simplemente deja de serlo. Sin embargo, el presidente lo hizo, cuando sostuvo con descaro que la tregua se había cumplido.

Pero actuar sorprendido frente a esto es, en el mejor de los casos, ingenuo. El oficio de las Farc se ha determinado durante años por su disposición a mentir o por lo menos, a prometer cosas que no están en capacidad de controlar.

Otro de los asuntos es que el final del “cese al fuego” evidenció que las Farc si están mermadas. Porque por incapacidad de la guerrilla o capacidad de las Fuerzas Armadas colombianas (y seguramente es una combinación de las dos), la temida ofensiva terrorista de final dela tregua simplemente no llegó.

Y esto es una buena señal, nos habla de una guerrilla que sigue dividida y que cuenta con bastantes problemas para coordinar y ejecutar acciones de envergadura en contra del país. Por supuesto, esto no quiere decir que no puedan hacer daño, pero la magnitud de sus golpes se ha reducido menormente en los últimos años.

Al final, el efecto que las Farc querían que tuviera su “gesto de buena voluntad” fracasó. En efecto, los negociadores en La Habana buscaban extorsionar a los colombianos y al Gobierno hasta llevarlos a aceptar un cese al fuego bilateral. Por fortuna, el presidente Santos, en esos extraños momentos de lucidez que tiene a veces, rechazó las pretensiones de la guerrilla y ordenó a las Fuerzas Militares que intensificaran su ofensiva.

Así, el “cese al fuego” nos permitió asomarnos por unos días a las debilidades internas de la guerrilla, a sus maniobras para mejorar su posición en la mesa de negociación y a su poca disposición por abandonar sus viejas costumbres de muerte y terror.

jueves, 24 de enero de 2013

LECCIONES DEL CESE EL FUEGO - El Colombiano

LECCIONES DEL CESE EL FUEGO - El Colombiano

El pasado 20 de enero las Farc dieron por terminado el famoso "cese el fuego" unilateral de un mes; el tiempo pasado y las realidades presentes nos permiten extraer algunas lecciones sobre el estado de la guerrilla, la guerra y las negociaciones en La Habana.

viernes, 18 de enero de 2013

Dobles estándares (Versión extensa)


(Esta es la versión extensa de mi columna publicada en el periódico El Colombiano el 17 de enero de 2012, incluye enlaces y el desarrollo de algunas ideas insinuadas en el texto original).

Por Santiago Silva Jaramillo

La diferencia en el trato prestado a Venezuela, del dispensado hace unos meses a Paraguay en sus respectivas crisis constitucionales es prueba de la hipocresía y los dobles estándares que los demás países latinoamericanos usan en su supuesta “defensa” de la democracia. De hecho, la región se encuentra a merced de dictadorzuelos tropicales y hombres fuertes en gran medida por la alcahuetería internacional; por la incapacidad excusada en la “diplomacia” de rechazar cuando un gobierno latinoamericano atropella las instituciones democráticas de su país.

Aunque este asunto no es tan simple. En realidad, algunos gobiernos latinoamericanos están dispuestos a entrometerse en la política interna de sus vecinos, mientras, por supuesto, sirva a sus intereses políticos. Mejor dicho, que la famosa “defensa de la instituciones democráticas” se ha convertido en la excusa perfecta para apoyar a aquellos gobiernos aliados que precisamente se apuran en oprimir a sus ciudadanos y violentar sus leyes o para presionar a los que resultan incómodos.

El silencio regional a lo ocurrido en Venezuela en las últimas semanas supone el último capítulo de una larga serie de esta hipocresía internacional frente a las arbitrariedades y violaciones de un régimen con aspiraciones absolutistas. El "chavismo" se ha propuesto violar las pocas normas que quedaban sin violar en Venezuela con tal de permanecer en el poder y por su omisión o alcahuetería, el silencio o apoyo al atropello de la constitución en Venezuela cubre de vergüenza a toda la región.

Todo el episodio resulta particularmente incomodo porque solo hace un año Paraguay, enfrentando una crisis constitucional apenas un poco menos grave que la venezolana, recibió durísimas críticas internacionales e incluso fue sancionado por parte de Mercosur. Los paraguayos habían actuado de acuerdo a su constitución, destituyendo a su presidente Fernando Lugo en una votación del parlamento que aunque rápida, no por eso fue menos legal o legítima. Sin embargo, utilizar esta herramienta constitucional solo les trajo problemas con sus vecinos, en tanto el gobierno de izquierda que caía era reemplazado por uno de derecha que no podía ser bien recibido por los líderes políticos en Buenos Aires, Brasilia y Caracas. 

Como siempre, la interpretación legal da para todo, lo que importa son las decisiones políticas que hay detrás y las consecuencias institucionales que implicarán. La polarización y el conflicto en Venezuela, con lo ocurrido en los últimos días, solo apuntan a profundizarse.  Ojalá sea entonces la valentía de la oposición venezolana y los mismos venezolanos, la que al final lleve al buen desenlace de esta historia y que sean sus acciones las que rediman la vergüenza que en su inactividad y cobardía, deben cargar los demócratas de toda Latinoamérica. 

jueves, 17 de enero de 2013

DOBLES ESTÁNDARES - El Colombiano

DOBLES ESTÁNDARES - El Colombiano

La diferencia en el trato prestado a Venezuela, del dado hace unos meses a Paraguay en sus respectivas crisis constitucionales, es prueba de la hipocresía y los dobles estándares que los demás países latinoamericanos usan en su supuesta "defensa" de la democracia. De hecho, la región se encuentra a merced de dictadorzuelos tropicales y hombres fuertes en gran medida por la alcahuetería internacional; por la incapacidad excusada en la "diplomacia" de rechazar cuando un gobierno latinoamericano atropella las instituciones democráticas de su país.

lunes, 14 de enero de 2013

Entendiendo la guerra en Malí (En Realpolitikmundial.com)

Entendiendo la guerra en Malí (En Realpolitikmundial.com)

Desde el pasado 11 de enero, Francia provee apoyo militar a las tropas del gobierno de Malí en África occidental. Su enemigo esta conformado por una confederación de organizaciones islamistas y tribales, predominantemente del pueblo Tuareg y con lazos con al-Qaeda. Los rebeldes, que dominan el norte del país desde hace poco más de un año, avanzan en su ofensiva para tomarse el resto del territorio malines.
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Entendiendo la guerra en Malí

viernes, 11 de enero de 2013

En tierra desconocida (Versión extensa)


(Esta es la versión extensa de mi columna publicada en el periódico El Colombiano el 10 de enero de 2012, incluye enlaces y el desarrollo de algunas ideas insinuadas en el texto original).

En tierra desconocida (Versión extensa)

Por Santiago Silva Jaramillo

A fin de año, tuve la oportunidad de pasar las vacaciones en España. Entre muchas otras cosas, el viaje me dio una oportunidad excepcional de conocer a varios colombianos residentes en ese país; compartir algunas de sus experiencias como inmigrantes y sus perspectivas bajo la sombra de la crisis europea.

Me resultó particularmente interesante la manera en que estar lejos del hogar hace que las personas busquen mantener fuertes lazos de comunidad con quienes lo rodean. En efecto, el impulso por construir espacios de relacionamiento entro los migrantes colombianos es muy fuerte. Ese sentido de comunidad es lo que muchos de ellos más buscan cuando llegan a ese país de vientos fríos, caras enjutas y ceños fruncidos.

De igual manera, fue una reconfortante experiencia encontrarme con la preocupación de los migrantes por aprovechar su oportunidad fuera de nuestro país. En efecto, la población inmigrante es por naturaleza emprendedora y socialmente activa. Este espíritu migratorio se nutre tanto de las dificultades propias de llegar a un lugar nuevo, como del impulso de mejorar su situación y la de su familia que los llevó a emigrar en el primer lugar.

En ningún momento fue tan claro el momento difícil que atraviesa España que cuando en ocasiones desprecia a aquellos que podrían ser su mejor esperanza. De hecho, el dinamismo, el compromiso y la determinación por encontrar un mejor futuro que define a muchos inmigrantes puede ser justo lo que el país necesita para superar la crisis, originada en la embriaguez de una falsa abundancia.

Entre otras cosas, porque no hay mejor agente que un inmigrante para reconocer una prosperidad real de una ficticia. Y eso es algo que los españoles, aunque en ocasiones lo hagan, no deberían olvidar.

Finalmente, reflexionando respecto a estos inmigrantes colombianos, tengo que reconocer que es una verdadera lástima que nuestro país, por injusto o torpe, porque no quiso o no pudo, ha perdido a cientos de miles de personas como las que conocí en Madrid; colombianos llenos de sueños y rebosantes de ganas; hombres y mujeres cuyo compromiso con los suyos los llevó incluso a dejar todo lo que amaban atrás por buscarles un mejor futuro en tierra desconocida.

jueves, 10 de enero de 2013

EN TIERRA DESCONOCIDA - El Colombiano

EN TIERRA DESCONOCIDA - El Colombiano

A fin de año, tuve la oportunidad de viajar a España. Entre muchas otras cosas, el viaje me dio una oportunidad excepcional de conocer a varios colombianos residentes en ese país; compartir algunas de sus experiencias como inmigrantes y sus perspectivas bajo la sombra de la crisis europea.