jueves, 10 de mayo de 2012

Una cámara y un chaleco anti balas (El Colombiano)

La realidad política y opinión pública colombiana se ha visto revuelta en las últimas semanas por el secuestro por parte de las Farc del periodista francés Roméo Langlois. La guerrilla ha utilizado el evento para, como es su costumbre, tener resonancia en los medios y plantear exigencias absurdas. Escribo en Catalejo sobre las implicaciones de este episodio, particularmente respecto a las muy discutidas perspectivas de negociación del gobierno con la guerrilla.

"El secuestro del periodista francés Roméo Langlois el pasado 28 de abril por parte de las Farc es una nueva evidencia del cinismo del grupo narcoterrorista y de la disposición de sus voceros políticos de justificar sus acciones, un apaciguamiento que apunta a un supuesto proceso de negociación en el futuro".

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